Bajo Reserva
14 de junio de 2010
Vaya semana para el presidente Felipe Calderón. Su viaje a Sudáfrica no sólo lo puso en manos de sus críticos; la semana misma se empeñó en evidenciar los graves frentes abiertos del país. También reanimó los señalamientos sobre los problemas que padece la administración para comunicar. Primero, el viaje mismo: la prensa nacional amaneció el miércoles cargada de reclamos porque la decisión de ir al Mundial se corrompió sin necesidad; “se consultó” con un sondeo poco transparente y sesgado, y después se hizo ver como un viaje “diplomático” cuando en realidad era lo que era: para apoyar a la Selección Nacional, motivo suficiente que no necesitaba nada para validarse. Luego, la travesía: el día en que un agente de la “Migra” asesina al joven Sergio Hernández, de 14 años, la secretaria de Relaciones Exteriores decide volar a Sudáfrica. El país era un torbellino de reclamos por la tibieza del gobierno federal, y Patricia Espinosa mantiene su agenda. Grave desatino en una diplomática de por sí con poco brillo. Y por si fuera poco, más de 25 sicarios armados con rifles AK-47 y R-15 atacan el viernes un centro de rehabilitación y fusilan a 19 personas en Chihuahua. Ese día fue el más violento del sexenio. Justo cuando el jefe de Estado viaja. La tragedia volvió los ojos a Chihuahua, que se sigue desangrando; y a las promesas de seguridad, que son sólo eso: promesas. Un poco de mala suerte, algo de negligencia y/o desatino, y un mucho de realidad insoslayable oscurecieron la travesía de Calderón a Sudáfrica. La cascada de eventos de la semana dejan una lección: el país camina sobre hielo delgado. Cada paso cuenta y, por lo tanto, debe estar muy, pero muy bien calculado.
La cancelación del registro de Greg Sánchez a la gubernatura de Quintana Roo divide otra vez a PRD y PAN. El PRD quiere que el PAN boicotee el proceso y retire a su candidata Alicia Ricalde porque considera que sin Greg, el PRI se impondrá fácilmente; además busca poner en evidencia “el manotazo” del gobierno federal, del cual los perredistas se dicen víctimas. César Nava insiste, por el contrario, en que el PRD debe sumarse a su candidata, porque, asegura, así tendrá alguna posibilidad en Quintana Roo. Lo que va quedando claro es que la figura de Greg no sólo dividió a los aliados: también puso la gubernatura en bandeja al PRI.
Ayer, por segundo día consecutivo, un avión sobrevoló a baja altura y poca velocidad colonias del oriente del DF. Minutos después de las 10 de la mañana, la nave, un jet tipo ejecutivo, sobrevoló por varias zonas. Iba a menor altura y velocidad que el sábado. Ese tipo de aeronaves no pueden aterrizar o despegar del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, salvo, claro está, las oficiales y las militares. ¿Es un avión-radar? ¿Localiza a alguien?
Apunte final: Silencio largo. Muy largo. Las negociaciones se mantienen, nos dicen. Unos afirman que hay que acostumbrarse al silencio porque estos secuestradores en particular no tienen prisa.
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