miércoles, 26 de mayo de 2010

¿A quién traicionó “El Jefe” Diego?



Estado de los ESTADOS
Lilia Arellano


“Donde hay poca justicia es un peligro tener razón”.- Francisco de Quevedo

....y Calderón despidió a Diego. La Asamblea Nacional panista celebrada el sábado anterior fue el marco en el que el inquilino provisional de Los Pinos, prácticamente le dio el adiós al conocido “Jefe Diego”. Se creó todo un ambiente, un entorno que dejó en los asistentes la sensación de que don Felipe oculta lo que sabe con relación a los acontecimientos y a la forma como fue secuestrado Fernández de Cevallos. Ahí también, algunos cuestionaron y otros afirmaron el hecho de que al momento del secuestro al queretano le fue arrancado el chip de localización puesto en el antebrazo, motivo por el cual aparecieron las tijeras y la sangre. A esta impresión se agrega la gran sorpresa que despertó que de nueva cuenta, el Estado abdicara de su obligación de proteger a los ciudadanos y de aplicar las leyes. Cedieron de inmediato a la petición de los familiares del queretano de salirse del caso, es decir, de permitir la actuación impune de delincuentes, de dejar de perseguir los delitos, de retraerse de velar por un Estado de Derecho que es, dentro de sus obligaciones, la más primitiva pero también la más importantes.

Calderón dijo: “Nuestros pensamientos y nuestro corazón están con alguien que ha sabido ser compañero, amigo, candidato y militante ciudadano: nuestro querido Diego, ese gran panista de varias generaciones”. La expresión es suficientemente clara, no dijo es nuestro compañero. No conforme hizo, como se hace en las exequias, todo un recuento de su relación con el ex candidato presidencial y, a raíz de que se diera a conocer lo ríspido de sus relaciones, tuvo que hablar de las “profundas y amplísimas coincidencias” y también las diferencias con él.

Reunidos en el Centro Bancomer de la ciudad capital, los miembros de la delegación de Querétaro no cesaban de gritar, “Diego, Diego”, por lo que César Nava, dirigente nacional panista, habló del clásico “te mando un abrazo, Diego, un abrazo fuerte” y ése, no puede ser otro que el de la despedida. Y ligó el caso al de la secretaria del Ayuntamiento de Uruapan, Maribel Martínez, quien fue secuestrada hace 2 años, y al asesinato reciente del precandidato a alcalde de Valle Hermoso, Tamaulipas, José Mario Guajardo.

Como se sabe, el gobierno federal y particularmente los encargados de la Seguridad tuvieron que aceptar que Diego Fernández no estaba desaparecido sino que, tal y como consignaron los medios, fue secuestrado. También la noche del jueves y a través de las redes sociales, circuló la fotografía de don Diego, en la que luce prácticamente “momificado” y habrá que tomar en cuenta la fecha de la fotografía que corresponde a cuatro días antes de su circulación y si esa apariencia tenía en ese momento, ¿qué tan deteriorada o tan carente de vida podría presentar en el presente?

En esa misma foto, los captores ordenan al hijo del ex candidato presidencial exigir a las autoridades desbloquear la comunicación y mantenerse al margen de la negociación que su familia ofrece de manera pública por su liberación. El gobierno federal, como un títere, obedeció puntualmente las instrucciones de los delincuentes y retiró toda la vigilancia, dio órdenes de detener las investigaciones y, en síntesis, se postró de hinojos al juego de la mafia mostrando, una vez más, su debilidad, su incapacidad y su incompetencia, además de una ignorancia total de las obligaciones del Estado. La foto fue reconocida de inmediato, como se sabe, por los hermanos, el mismo viernes por la tarde y para el análisis de ella surgieron especialistas que examinaron la gráfica y determinaron que Fernández de Cevallos estaba de pie ante un muro y que utilizaron un plástico negro para ocultar los detalles del sitio donde se encuentra; que tiene un golpe en el lado izquierdo, encima del labio superior, y esa parte en el rostro y la nariz están hinchadas.

sigue la nota:
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=15&idTitulo=21601

Publicado por asmodeo

1 comentario:

Telsa Delf dijo...

El valiente vive hasta que el cobarde quiere, recuerdo un tio que asesinaron a principios de los 60s era muy aventado, grandote, guero, muy trabajador, hasta que un dia un hombre le disparo a quemaropa con un rifle winchester. Al otro dia llego la cordada pero el hombre ya se habia refugiado en la sierra, a mediados de los 70s regreso no se si viva aun...