martes, 13 de abril de 2010

Astillero


Ventanillas abiertas
Falso fuego cruzado
Seguimiento de móviles
Otro amago a Contralínea
Julio Hernández López


Crece la justa indignación por el asesinato de dos menores de edad en Nuevo Laredo a manos de soldados que dispararon contra una familia en uno de los varios episodios de terror criminal que se han producido en los inconstitucionales retenes militares que a cuenta de la triste y fallida “guerra” calderonista contra el narcotráfico se han instalado en todo el país.
La narración detallada que ha hecho la madre de esos pequeños deja testimonio de los niveles de violencia salvaje que el gobierno federal ha instalado, pero también exhibe la falsedad con que suelen conducirse las máximas autoridades formales del país, ya fuese el propio Felipe Calderón calificando de pandilleros en riña a los jóvenes estudiantes masacrados en la heroica Ciudad Juárez, que ahora ha sido convertida en conejillo de indias de García Luna Productions, o las autoridades militares de Nuevo León al tratar de clasificar como mafiosos beligerantes a los alumnos de posgrado del Tec de Monterrey acribillados de manera hasta ahora insuficientemente explicada, apenas esbozada mediante versiones esperanzadas en que el paso del tiempo y la actitud de colaborador apaciguamiento del rector Rangel Sostmann ayuden a ir olvidando el caso, o, en el tema de los dos pequeñitos de Nuevo Laredo, con el secretario de Gobernación desplegando nuevamente sus artes de mendacidad al afirmar, sin pruebas a la vista, que el asesinato del par de niños se produjo en medio del ya rutinario expediente del “fuego cruzado” que se utilizó en el Tec y en incidentes similares.
El reino de la discrecionalidad vuelve a mostrar a los rejegos súbditos que toda ley es de rigurosa observancia obligatoria siempre y cuando no haya arreglos por debajo de la mesa, intereses elitistas insatisfechos o enredos sin salida fácil. En ese mundillo del acomodo de la letra legal a los requerimientos del momento ha aparecido el presidente de la Cofetel, Héctor Osuna, para anunciar con absoluto desparpajo que la “ventanilla” electrónica para registro de usuarios de telefonía móvil sigue abierta y los interesados pueden aprovecharla, aun cuando días atrás se aseguraba con aires implacables que con el primer minuto del domingo reciente caería la guillotina tecnológica sobre los herejes que no se hubiesen anotado en las desairadas páginas electrónicas del malamente famoso Renaut. Osuna proclama alegremente que quien no se haya registrado aún puede hacerlo, colocándose en fila de los presuntos millones de interesados que habrían intentado cumplir con el requisito pero por exceso de solicitudes no pudieron tener respuesta, aunque por medio de algún artificio tecnológico habrían quedado en una especie de fila que lentamente va dejando entrar a los rezagados, no porque se hubiera dado una prórroga en los hechos sino, según eso, porque se están procesando los millones de datos almacenados más, bueno, aprovechando el viaje, los que se vayan inscribiendo en estos días, al amparo de esa política falsaria de las ventanillas abiertas.
Otro usuario de la laxitud ciudadana, de la indolencia y la disponibilidad a la manipulación es el gobernador de injusticia del estado de México, Enrique Peña Peña Bazbaz, que ha salido en defensa del procurador de Interlomas, Alberto Vieneviene, en el asunto de la niña Paulette y su colchón desalmado. Para confirmar que son de su absoluta responsabilidad las decisiones tomadas en este doloroso expediente de protección clasista, impericias intencionales, zigzagueos declarativos y engañifas insostenibles, el precandidato a la presidencia de la Tremenda Corte (tresgaviotas, en lugar de trespatines) ha salido en defensa de la desastrosa actuación de su inexperto y tembloroso procurador Peluche y ha tenido la impudicia de reprochar que en las críticas al manejo dado al expediente Gebara Farah haya componentes de interés político que pretenden descalificar tan preclaro, ejemplar, lineal y meritorio comportamiento de la PJEM con tal de... “ganar ventaja política”. Vaya descaro con casa de lujo en campo de golf (las enseñanzas del tío y maestro, Arturo Montiel, no se olvidan).
Astillas
Claro que es posible dar seguimiento a través de su teléfono celular a los movimientos que realice una persona: Antonio Neme, profesor-investigador de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, comparte un artículo de la revista Nature (http://bit.ly/aOnZ5j), de junio de 2008, en el que se analizan las trayectorias desarrolladas por 100 mil usuarios anónimos de teléfonos móviles durante medio año en Boston. A partir de esos datos se elaboraron pautas para entender la movilidad humana individual...
La revista Contralínea ha vuelto a sufrir allanamiento y robo en sus oficinas. Los peculiares ladrones se llevaron equipo de cómputo y telefonía móvil pero, además, “documentación contable y periodística”, según la denuncia hecha ayer por los directivos de esa publicación que ha sufrido continuos embates, de autoridades en lo público y de oportunos delincuentes en lo privado. Al frente de las revistas Contralínea y Fortuna, el periodista Miguel Badillo ha sido amenazado, detenido y sometido a juicio, al igual que Ana Lilia Pérez, autora del libro Camisas azules, manos negras, que entre otras cosas documenta el paso defraudador de César Nava por Pemex. En esas mismas revistas también se dio información pionera sobre las maniobras de enriquecimiento ilícito de la familia Mouriño, en especial del entonces secretario de gobernación y primer consentido de Los Pinos, el ya fallecido Juan Camilo...
Por cierto, en http://bit.ly/a8ZW2N puede verse la conversación que en el canal de Internet del gobierno capitalino tuvieron tres periodistas de gran experiencia, Rogelio Hernández López, Roberto Rodríguez Baños y José Reveles, sobre agravios y asesinatos de miembros del gremio...
Y, mientras Lujambio demuestra por computadoras portátiles que tiene habilidades para ser candidato presidencial gordillista, ¡hasta mañana, en esta columna que nunca se ha tragado el gran engaño del Seguro Popular!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

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