lunes, 15 de marzo de 2010

Ciudad Juárez, epicentro bilateral


• Los aplausos y la guerrita
• La frontera y el descontrol…
La elocuencia, mi estimado, es la pintura del pensamiento. Delicado inicio de semana para el (des)gobierno de Felipe Calderón. Su barco de gran calado naufraga (eso sí, con emoción ante la escandalosa adversidad) en la arena política gracias a ese atractivo talento para deshonrar los acuerdos, pactar,haiga sido como haiga sido, orillando a su PANdilla a una maravillosa lucha contra las lacras tricolores de Sor Beatriz en el Coliseo San Lázaro, donde finalmente cayeron las máscaras legislativas aplastando el gel de Peña Nieto ante el asombrado respetable que disfrutó las secuelas de la vertiginosa descomposición política que hizo clímax aquel aciago 2006, y que culminó con la muy atinada idea de legitimar la pequeña y deslucida figura presidencial declarando una irreflexiva guerra a la organizada delincuencia y que está a punto de convertirse en el Irak de Calderón.
El original suceso del fin de semana, my friend, donde fueron ejecutados dos funcionarios del Consulado General de los Estados Unidos en Ciudad Juárez, ha detonado un conflicto bilateral latente que hace crisis ante los nulos resultados de este (des)gobierno que se hunde en el ánimo estadunidense, sumándose a la lista de agraviados de diversos sectores que están un poquito hasta la madre… del desmadre que reina en la arena de seguridad y que demuestra, pese a desgastados discursos, un estado fallido al borde de un original caos develando el estrepitoso fracaso de lo que ha sido esa estrategia detrás de la aventurera guerrita que hoy arroja mas de 18,500 muertos.
Ciudad Juárez, donde Felipe y su caterva de disfuncionales inútiles han dedicado pirotecnia mediática, bulliciosas giras y aparatosos operativos atiborrando la plaza de elementos militares y federales es botón del desastre… pero de Los Pinos.
Ciudad Juárez, donde no hay más ley que la impunidad y la corrupción, es hoy el vergonzoso ejemplo del Vive México de la PANdilla en el poder (del no poder). La ciudad abandonada a su suerte que saltó a las primeras planas internacionales por la ola de violencia ejemplificada con la ejecución de 16 jóvenes etiquetados desde Japón por Felipe como pandilleros y cuyas madres aún claman por justicia, fue epicentro bilateral de un episodio cuya forma dijo todo del fondo: el gobierno de Obama emitió un inusual comunicado condenando el asesinato de sus ciudadanos norteamericanos.
Y como ya va siendo costumbre (y sello) de los inútiles que rodean al inquilino de Los Pinos, la secretaria (con minúsculas) Patricia Espinosa, de Relaciones Exteriores, tardó en reaccionar en medio de una divertida movilización del aparato de inteligencia mexicano que se pasmó ante el temerario desafío del inédito suceso que coloca en la lista de targets no sólo a ciudadanos estadunidenses, sino a funcionarios del departamento de Seguridad Interna… que desarrollaban (análisis) interesantes travesuras en territorio nacional.
Los primeros informes que circularon como pólvora en espléndidos pasillos, my friend, era que los ejecutados estaban bajo la sombra del ICE y que conocían sugestiva información que pondría en jaque, digamos, a más de uno. Por eso se entiende el tono de la desgastada (y bastante frívola) diplomática respuesta del (des)gobierno acerca de reiterar el compromiso para que, caiga quien caiga, se dará con los responsables al tiempo que recibía una cascada de zapes, llamadas telefónicas y alertas demostrando la evidente molestia de la Casa Blanca con esta PANdilla que no da una.
Sobre todo cuando Ciudad Juárez ha sido emblema de atención federal. Atiborrada de planes, estrategias, promesas, maniobras, propósitos e intentos de Felipe & his dumb squad para poner orden en el desorden, sin contar con la desfiladera de elementos de todos los colores, rangos y cargos, sigue fuera de control…
Y siempre, mi estimado, ha existido tolerancia para estar fuera de control. Esto es hasta el sábado pasado. Ahí donde pese a iniciativa Mérida whatever, coordinación bilateral y extradiciones fast track, la organizada delincuencia y sus socios le subieron el perfil a la guerrita…
Sí, my friend, a la guerrita tan aplaudida que con esto abre la puerta para más supervisión, más injerencia, más intervención, más intrusión, más controles y más libertad. Libertad para el gobierno norteamericano de hacer… cualquier cosa justificando su seguridad nacional.
Chingón.
gomezalce@aol.com

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