miércoles, 28 de octubre de 2009

Nava engañó a los dinos


El queso en la ratonera
October 28, 2009
— 12:00 am
Cada 15 días, siempre en lunes, un grupo selecto se reúne en la sede del PAN para revisar las líneas estratégicas del gobierno y el partido en el poder, encabezada por el dirigente nacional César Nava. La siguiente sesión en el calendario tocaba la próxima semana, pero como es Día de Muertos, el grupo, que se denomina Comisión Política, sesionó este lunes pasado. Qué mejor día para que las ocho personas que conforman el politburó panista pudieran pasar revisión a los asuntos estratégicos de la semana. Qué mejor oportunidad para que reprobaran a Nava por haber descarrillado -como dice la prensa- el acuerdo legislativo de aumentar el IVA. Pero no lo descalificaron. Al contrario, la Comisión Política le refrendó el respaldo.

Nava ha sido linchado mediáticamente porque desde que la mayoría del PRI aprobó en el Congreso el incremento al IVA, los acusó de haber aprobado algo muy diferente a los planteado por el Ejecutivo -lo que es cierto-, y de impedir que hubiera recursos para los más pobres -la propuesta presupuestal del gobierno era de un incremento general de impuestos de dos por ciento, etiquetada para los programas contra la pobreza-. Las declaraciones de Nava generaron irritación en el PRI y ayudó a que los senadores priistas, que habían sido excluidos de la negociación de un grupo de líderes del partido con Hacienda sobre el incremento en el IVA, provocaran una crisis interna que ha llevado a una revisión de los impuestos aprobados por los diputados.

La reacción de los priistas fue brutal contra Nava. Todos los dirigentes le lanzaron epítetos. La indignación general se tradujo en especulaciones en los medios sobre supuestos regaños del presidente Felipe Calderón a Nava por haber hecho naufragar el impuesto. En el ruido y la tolvanera que envolvía a Nava, se perdieron de vista las consecuencias políticas inmediatas de sus declaraciones:

1.- Puso a toda la cúpula a pelear. La dirigente nacional, Beatriz Paredes, fue enfrentada por el líder priista en el Senado, Manlio Fabio Beltrones. El senador y ex candidato presidencial, enlace del Senado con el grupo económico que negoció con Hacienda, Francisco Labastida, declaró que el punto del IVA no le fue comunicado. Los medios reflejaron una pugna abierta -más imaginaria que real- entre Beltrones y el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto. El secretario general del partido, el senador Jesús Murillo Karam, opuesto a Paredes en este tema, empezó a negociar cómo podrían los senadores echar abajo el voto de los diputados priistas, sin que estos se sintieran ofendidos. Los diputados se fueron encima de Beltrones.

2.- Los sectores en los que se sustenta el PRI, se partieron. El Popular se opuso desde el principio al incremento al IVA. El Campesino entró en una revuelta interna, con un reclamo airado de su líder histórico, Heladio Ramírez, al líder formal, Cruz López, quien está cercano a Paredes. Diputados pertenecientes al Sector Popular con gobernadores priistas, votaron a favor del IVA, pero perdieron sus respaldos políticos en los demás ámbitos. Los gobernadores quedaron enfrentados a los sectores del partido, y salvo el de Oaxaca, Ulises Ruiz, decidieron dar pasos para atrás.

3.- El PRI entró en su peor crisis pública interna desde 1987. Paredes quedó exhibida y señalada como traidora por negociar el incremento al IVA con el Ejecutivo a espaldas de la mayoría, y el coordinador de la bancada en el Congreso, Francisco Rojas, quedó sin interlocución real y minada su credibilidad. Toda la cúpula está preocupada ahora por encontrar una salida donde no haya heridos en el campo de batalla, y no encuentran solución que sea buena para todos. No ven en el Senado cómo salvar del revés a los diputados, y los diputados cómo salvar cara a sus gobernadores.

Todavía el fin de semana había priistas en la cúpula que exigían que se demandara al Presidente que destituyera a Nava. Pero entre los más sofisticados, empezaron a reflexionar si, en realidad, el líder del PAN les había tendido una trampa. No era posible, argumentaron algunos de los líderes y los gobernadores con mayor experiencia, que Nava hubiera actuado sin la anuencia de Calderón. Desde que empezaron a trabajar juntos en el PAN en 1995, Nava siempre ha mostrado una enorme institucionalidad y lealtad a Calderón. La mejor prueba es que después de que salió de Los Pinos casi por la puerta de atrás, rumbo al ostracismo en el PAN, cuando el Presidente lo necesitó como pieza de rescate para dirigir al partido en la salida de Germán Martínez, aceptó el encargo, que no estaba en su horizonte mediato.

Sin saberse aún con claridad si actuó o no por instrucción presidencial, Nava puso un queso en la ratonera y los priistas cayeron. Mientras lo insultaban, en todo el país el PAN repitió el discurso en contra del PRI. El trasfondo es electoral, y Nava pasó todo ese costo a los priistas. El Senado quiere votar el jueves la minuta fiscal, y la decisión de los priistas determinará el rumbo de la Ley de Ingresos. Más allá de lo que resuelvan internamente, resentirá un impacto negativo. Nava jugó como fusible del Presidente y su sacrificio logró el efecto político.

En la reunión de la Comisión Política, la evaluación fue positiva. Estuvieron los de siempre: los secretarios de Desarrollo Social, Ernesto Cordero, Educación, Alonso Lujambio, y Trabajo, Javier Lozano; los gobernadores de Guanajuato, Juan Miguel Oliva, y de Jalisco, Emilio González Márquez; la coordinadora de la bancada en el Congreso, Josefina Vázquez Mota, y el propio Nava. Sólo faltó el senador Santiago Creel, que estaba en Washington. El líder nacional del PAN se colgó una medalla: colocó una bomba de profundidad en el trasatlántico priista y le hizo un boquete. Es muy temprano para saber si será suficiente para hundirlo en las 10 gubernaturas que se ponen en juego durante 2010, pero de que les hizo un enorme hoyo, se los hizo.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx
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