lunes, 26 de octubre de 2009

Las traiciones de Beatriz Paredes



La doble traición
October 26, 2009
— 12:00 am
Fue la profecía auto cumplida. Quienes mejor la conocen en el PRI decían convencidos que Beatriz Paredes jugaría las contras a su partido y apoyaría a su amigo el presidente Felipe Calderón. La confirmación no tardó en llegar. A espaldas de casi todos los priistas, Paredes arregló con la Secretaría de Hacienda que si bien el aumento a impuestos de dos por ciento general no iba a transitar, le darían al gobierno un incremento al IVA de uno por ciento. Políticamente era una aberración para el PRI y un regalo, espléndido, para Calderón. Pero calculó mal. Por primera vez todo le salió mal y tuvo que dar marcha atrás. Le falló a su amigo Calderón y puso en el patíbulo a sus leales en el Congreso. Lo único consistente fue su racional: sacar el mejor provecho para ella y sus aspiraciones presidenciales para 2012.

Calderón ve a Paredes como no ve a ningún priista. Paredes presume ser amiga de él, como también se ufanaba ser amiga de Vicente Fox. Calderón ve a otros aspirantes del PRI a la Presidencia con recelo, como en el caso del senador Manlio Fabio Beltrones, o con enojo, como con el gobernador del estado de México Enrique Peña Nieto. Sin duda se sentiría mejor con Paredes como candidata a la Presidencia, con lo que además, dados sus antecedentes como candidata fuera de Tlaxcala, Calderón podría apostar con altas probabilidades a que el PAN mantuviera la Presidencia o, cuando menos, que su preocupación se centrara sólo en el PRD.

Paredes había hecho el trabajo sucio a Calderón. Hay que verlo no desde el ángulo financiero, donde el incremento del IVA generaría 27 mil millones de pesos, contra los 72 mil millones que resultarían del frustrado impuesto del dos por ciento, donde recaudaría menos -el argumento de los fieles a Paredes para justificar presiones, extorsiones y amenazas de la dirigente del partido a diputados para que votaran a favor -, sino desde el político. El Presidente no se atrevió a proponer un incremento al IVA porque, argumentaba en privado, la palabra tenía una connotación ideológica. Lo disfrazó para aumentar impuestos, pero su amiga se encargó de quitarle la máscara y romper el tabú ideológico.

Dentro del PAN hubo sorpresa por lo que hizo el PRI. Siempre se opusieron a aumentos al IVA, aunque ahora se sumaron para respaldar el presupuesto gubernamental. No obstante, para transferirle todo el costo político al PRI, el dirigente nacional del PAN, César Nava, identificó la propuesta como autoría plena de los priistas. Al quedar exhibidos, el PRI sufrió la implosión que se venía construyendo, con la oposición de los senadores al aumento de impuestos y su molestia de que Paredes y sus cercanos ignoraran sus observaciones. Pero las palabras de Nava y el rechazo general a dictamen, acompañado de la paliza mediática a los diputados priistas, inyectaron no sólo dudas entre los legisladores, sino que abrió la fractura.

Los líderes empresariales buscaron a los líderes del PRI. Hablaron con Paredes, Rojas y miembros del grupo económico en el Congreso, y también con el senador Manlio Fabio Beltrones, que desde el principio se opuso abiertamente al incremento de impuestos, y expresado con el voto en contra de los representantes del Sector Popular del PRI –que encabeza Marco Antonio Bernal, uno de los estrategas de Beltrones-, en la Cámara de Diputados. Los gobernadores dejaron de ver los atributos que les había ofrecido Paredes: del total recaudado, les tocaría nueve mil millones de pesos a repartirse entre 32 mandatarios, y para los siete que enfrentan elecciones en julio, no hubo garantía de que se les entregaran durante el primer semestre. Las reacciones públicas contra el IVA disiparon la cortina de humo que tendieron Paredes y los suyos para aprobar el impuesto.

Las tensiones llegaron al borde de la ruptura. Varios diputados se acercaron con el equipo de Beltrones a retomar los apoyos previos que tenían acordados, para descubrir que ya no los habría. Los senadores hablaron con los gobernadores, en particular con los que estarán en procesos electorales, les documentaron el impacto negativo que tendrían, y les explicaron cómo el paquete de ingresos no ayudaría al empleo ni al crecimiento. Varios se asustaron. Así como los gobernadores enviaron a sus diputados a votar por el IVA el martes por la noche, el viernes por la mañana les dijeron que iba para atrás.

Francisco Rojas, el jefe de la bancada que operó con Paredes el incremento al IVA, les habló a los coordinadores estatales para pedirles que no lo dejaran solo y que se mantuvieran en lo votado. “No me hables a mí –le dijo uno de ellos-, háblale a mi gobernador”. Baltazar Hinojosa, el diputado tamaulipeco muy cercano a Rojas, comenzó una revuelta contra Beltrones en el Congreso, acusándolo de estar exhibiendo a los diputados priistas, lo cual sólo enrareció las cosas en el PRI. Los comentarios negativos de Hinojosa a Beltrones llegaron rápidamente al senador, quien rechazó las exigencias de Rojas de que no modificaran el dictamen.

El jueves por la noche, dejando a Rojas a su suerte, Paredes comenzó a consultar con los líderes del partido. El secretario general del PRI, el también senador Jesús Murillo Karam, verbalizó la forma como buscarían reducir el impacto de la rectificación de los diputados. Digamos que “hicieron lo mejor posible”, propuso. A media mañana del viernes, la voz había corrido entre los diputados. Rechazarían la minuta en el Senado y la regresarían al Congreso. Una vez ahí, votarían contra el IVA. Pero los diputados no están contentos con la forma como procesó la cúpula el IVA. Los gobernadores sacaron las manos del fuego y este domingo dijeron que el dilema lo tendrían que resolver los legisladores. Paredes, quien les dio la gloria –Rojas dijo que habían salvado al país-, se las quitó. Pero ante el reclamo de los diputados, este domingo también hizo mutis. Como siempre, juega a la traición y busca salir de las batallas sin heridas. Esta vez, sin embargo, no será así.

rrivapalacio@ejecentral.com.mx

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