jueves, 2 de julio de 2009

Adiós a Bours

JOSé GIL OLMOS
MÉXICO, D.F., 1 de julio (apro).- Hasta antes del 5 de junio, el aliado de la maestra Elba Esther Gordillo, Eduardo Bours, gobernador de Sonora, lucía muy seguro de sí mismo y se promovía como uno de los posibles aspirantes a la candidatura presidencial, ya fuera por su partido o por Nueva Alianza, propiedad de la líder magisterial.

Hoy todo cambió para Bours. Políticamente está muerto y deja tras de sí una de las tragedias más terribles del país: la muerte de 48 niños, ya con tintes de impunidad.

Soberbio, altivo y arrogante, el jefe del clan Bours tenía en realidad pocas probabilidades de alcanzar la candidatura presidencial, ya que su gobierno ha dejado mucho que desear por donde quiera que se le vea.

Además, la huella que ha dejado en seis años de gobierno ha sido la de aprovechar el puesto para hacer crecer los grandes negocios familiares.

Así, por ejemplo, sus hermanos hicieron de Puerto Peñasco el negocio turístico por excelencia, con la construcción de hoteles exclusivos y la venta de condominios en miles de dólares.

En Bahía de San Carlos, Santa Clara y Puerto Libertad están haciendo lo mismo: compran a los ejidatarios sus terrenos en unos cuantos pesos, para después venderlos en miles de dólares a los llamados "baby boomers", la generación de estadounidenses nacidos tras la segunda guerra mundial y que se encuentran en proceso de jubilación.

Con el proyecto de reordenación de transporte público, la familia amplió las ganancias cuando José Gerardo Bours vendió 270 camiones al gobierno de su hermano, violando las leyes de responsabilidad de los funcionarios públicos.

Y lo mismo ocurrió con la venta de terrenos de Ciudad Obregón, que eran propiedad de los primos y terminaron vendiéndolos al gobernador para que construyera ahí el edificio de la Procuraduría General de Justicia. Vaya paradoja.

La deuda de 16 mil millones de pesos y una población de pobres estimada en un millón y medio, tal vez no tenga un significado para las cuentas finales de Eduardo Bours, pues quizá lo más importante en su gobierno era ampliar los negocios de su familia.

Hace apenas unos años, los Bours adquirieron la trasnacional de pescados y mariscos Ocean Garden, que alguna vez fue la promesa del gobierno para explotar las aguas marítimas nacionales.

También durante el gobierno de Eduardo consolidaron la empresa de televisión por cable Megacable, que tras 15 de años de operación regional hoy tiene alcance nacional con 800 mil suscriptores de video, 300 mil por Internet y 30 mil en telefonía.

La fortuna del clan Bours ha crecido de manera incalculable en los últimos seis años, pues además de los negocios mencionados también tienen a la productora avícola más importante del país, Bachoco, así como fertilizantes Tepeyac y la producción de camarón Larvas Génesis, empresa recientemente creada por los familiares del gobernador, quienes piensan comercializar sus productos en Estados Unidos, Europa y Asia.

Desde que llegó al gobierno en 2003, Eduardo Bours sirvió más de punta de lanza de los negocios familiares que en sus funciones de gobernador, pues si bien es cierto que económicamente Sonora está entre los primeros diez lugares de desarrollo, a nivel político y social está en los últimos, según el Índice Nacional de Calidad de Vida de 2008.

Al principio de su sexenio, Bours prometió a los sonorenses llevarlos a los primeros planos de desarrollo nacional y mundial. Para ello ideó el Plan Sonora Proyecta, mediante el cual creó un fideicomiso que administraría una deuda de 114 mil millones de pesos, de los cuales colocaría en la Bolsa de Valores 10 mil millones, y de ese negocio sacaría lo suficiente para realizar las obras públicas más importantes de los últimos años.

Sin embargo, nada de eso resultó, pues una controversia constitucional, que interpusieron diputados de oposición, detuvo el proyecto y Bours terminó pidiendo un préstamo a Banorte por más de 5 mil millones de pesos para iniciar algunas de las obras previstas.

Además de esa deuda, Bours deja un estado envuelto en el narcotráfico, que en 2008 llevaba ya 207 muertos y se había infiltrado en los niveles más altos de su gobierno. Tanto así, que sobre su jefe de escoltas, Lázaro Gonzalez Cruz, hay una averiguación abierta en la PGR, con acusaciones de servir al cártel de los Beltrán Leyva.

El narcotráfico incluso llegó hasta el pilar de las empresas de la familia Bours, pues al menos en un par de ocasiones dos camiones de Bachoco fueron descubiertos con droga en su interior.

Y, por si fuera poco, el asesinato del reportero Alfredo Jiménez Mota, por parte de un grupo de narcotraficantes, ha quedado en la impunidad y la sospecha, ya que las últimas versiones señalan que el joven periodista tenía información que implicaba al gobierno estatal con el narcotráfico.

Con todos estos saldos, Eduardo Bours se despide como gobernador. Y el incendio en la guardería ABC, manejada por familiares y funcionarios de su administración, tras el cual murieron 48 niños, cierra un ciclo político que muchos habrán de recordar como uno de los más reprochables en la historia del estado.

Al final, lo único que queda claro es que Bours resultó mejor empresario que gobernador, y que sus aspiraciones presidenciales se han esfumado, a pesar de su alianza con la maestra Elba Esther Gordillo.

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