sábado, 30 de mayo de 2009

Las Muertas de Juárez, Ignoradas por la Corrupción

¿Cuántas jóvenes mujeres más deben ser asesinadas o "desaparecidas", para que caigan las autoridades de Chihuahua, lo mismo del PAN que del PRI, que solapan a los ejecutores y sus jefes?


Ocupadas en retener el poder a toda costa, las autoridades de Chihuahua, junto con las federales, menosprecian la suerte que han corrido tantas mujeres en Ciudad Juárez, desde que llegaron al poder los gobiernos panistas de Los Bárbaros del Norte, con Pancho Barrio a la cabeza. En su administración brotó este fenómeno criminal y no sólo no hizo nada, sino que encubrió las omisiones y acciones de sus subordinados, responsables de la seguridad de sus ciudadanas y ciudadanos.

En pago a tan indebido proceder y para encubrirlo debidamente, Vicente Fox nombró a Pancho Barrio "zar anticorrupción" en la Secretaría de la Contraloría, como otra burla al dolor de los padres de las jóvenes asesinadas y las que siguen desaparecidas. ¿Un corrupto se atrevería a combatir la corrupción? La respuesta la han dado el mismo Barrio, su protector Fox, su encubridor Calderón y la clase política de México, que toma los feminicidios de Juárez como un asunto más que debe olvidarse.

El problema es que crece y no puede soslayarse.

Nada importa que PRI y PAN se alternen el poder, la impunidad sigue prevaleciendo, pese a medidas demagógicas e ineficaces, como el nombramiento de una Subprocuradora Especial para estos casos, que sólo cobra hasta que pasa a otro puesto, pero sin resolver nada. Por eso siguen los feminicidios.

Hasta investigadores de El Paso, Texas, han realizado pesquisas que deben parar y ser archivadas o tiradas a la basura, en cuanto se topan con "influyentes" de alto nivel, que inician reclamaciones ante los estadounidenses, que por la buena vecindad ordenan que ya no se moleste a los vecinos. Por eso continúan los feminicidios.

En este año han desaparecido 14 jovencitas, a la vez que se han reportado otros 32 asesinatos femeninos, que pasan a engrosar la enorme cifra que le ha dado un manchón a Ciudad Juárez, como lugar donde rige la ley de la selva, pese a que la Procuraduría creó --más para "taparle el ojo al macho" que para resolver los abusos contra jovencitas-- la Unidad Especializada de Investigación de Personas Ausentes y/o Extraviadas (UEIPAE).

De su eficacia dan cuenta las casi 800 mujeres desaparecidas en Ciudad Juárez entre 2007 y 2008. Sólo en la última semana de este mayo de 2009 desaparecieron dos adolescentes, Clara Yazmín Ibarra Zúñiga, de 16 años, y Yazmín Ordóñez Cervantes, de 17. Con ellas suman 14 jóvenes de cuyo paradero no se ha vuelto a saber en este año, al tiempo que se han reportado otros 32 asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez.

Para Marilú García, activista de Nuestras Hijas de Regreso a Casa (organización no gubernamental), "la situación es muy grave, pues en menos de cinco meses (de 2009) ya se igualó el total de denuncias de todo 2008".

Según Alejandro Pariente Núñez, subprocurador de Justicia para la zona norte de Chihuahua, con jurisdicción en Ciudad Juárez, las jóvenes huyeron de sus hogares, o tal vez fueron secuestradas para explotarlas sexualmente.

En cualquiera de ambos supuestos, la Procuraduría de Justicia tiene el pretexto para no actuar con presteza y celeridad. Esperará a que pasen las 72 horas que exige el Ministerio Público para declarar "desaparecida" a una persona, tiempo suficiente para matarla e irla a tirar al desierto o para detectar al lenón que la obtuvo y cobrarle la "comisión" respectiva.

Algo es evidente: el lenocinio, como el tráfico de órganos o cualquier otro ilícito (incluyendo el tráfico de drogas) no pueden realizarse sin el conocimiento ni consentimiento de "las autoridades".

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