lunes, 8 de septiembre de 2008

Refundar al Estado : Fausto Hernández Ponte de Blogotitlán

Un represor histórico, leyenda del priísmo y de la inepta, patética y cerril tecnocracia panista, nos describió como "pueblo de culeros". Los que quieren iluminar a México, marchan y piden que se vayan los chivos expiatorios, no su pastor. No aceptan que cada día son más los mexicanos que no ven otra salida a la actual situación, que refundar al Estado de cabo a rabo.


por Fausto Fernández Ponte

I

A casi 200 años del Grito de Indepdencia dado por Miguel Hidalgo y a casi un siglo del estallido cronológicamente formal de la Revolución Mexicana --movimientos sociales de liberación de los mexicanos-- estamos muy lejos de lograr ese caro anhelo.

De hecho, estamos más lejos que nunca de ese objetivo histórico. México es una colonia virtual de dos potencias imperiales, Estados Unidos y España, que saquean los patrimonios de los mexicanos y se apropian las plusvalías de nuestros afanes.

Y no sólo eso. La forma de organización económica, política y social prevaleciente en México es, cualitativamente, peor que hace una centuria y 200 años. Vivimos oprimidos en un contexto de represión, ignorancia y terror.

Visto epicenamente, vivimos los mexicanos en un contexto de simulación que antójase idiosincrásico --confluencia de vectores y atavismos históricos-- y, por ende, conveniente a los intereses de nuestra cultura social. Renegamos. Y nos quejamos.

Pero renegar y quejarse no traspone el umbral de la acción orientada, salirle al paso a los monstruos de fauces babeantes y halitósicas --hediondas-- de la opresión y el sometimiento ignonioso, enfrentarlos con determinación y vencerlos. No.

Aguantamos y preferimos pensar que eso es resistir, a la espera pasiva e ilusoria --la vera miga del sincretismo cultural identitario nuestro-- de que algo sobrenatural (¿Diosito? ¿La virgencita?) o un hombre providencial nos rescaten.

¿Cobardía? Samuel Ramos y Octavio Paz --más preciso aquél que éste-- y otros filósofos y pensadores de igual lucidez, desnudaron el alma colectiva de los mexicanos. Un represor histórico, ido poco há, nos describió como "pueblo de culeros".

II

¿Culeros? El vocablo, si bien tiene obvio pedigrí semántico --perezoso y culón-- y prosapia reconocida (mancha excrementicia) por la regiduría del uso del castellano, posee para los mexicanos un significado coloquial asaz elocuente: miedoso.

Ese represor de marras --hoy icono legendario para el priísmo de nostálgica morriña, de vena intolerante y vaga referencia para los "nerds" de la inepta, patética y cerril tecnocracia panista-- hablaba por experiencia propia del miedo colectivo.

Pero el represor de la vernácula del otrora celebrado sistema político mexicano, distinguía que una cosa es lo que él llamaba "culerismo" social y otra cosa es el conjunto de individuos con valor civil y personal y compromiso para liberar a los "culeros".

Apelamos, señálese aquí, al sentido común del caro leyente. Los vocablos utilizados por este escribidor son intrínsecos al lenguaje popular --la lingua franca-- y no representan expresión irrespetuosa a la sensibilidad y la inteligencia de nadie.

El vocablo "culero" es como el de "la chingada" o pendejo, carajo o cabrón, enseres de expresión con elocuencia propia y atributos nítidos para fines de comunicación: emitir y recibir mensajes comprensibles a todos, lo mismo al hipócrita que al espabilado.

III

Pero si le ofende al leyente el uso filigranero y no grotesco de esos vocablos, suspenda la lectura del pergeño. Es su derecho y, a la vez, su privilegio, y opción civilizada e inteligente, el reprimir o censurar. Pero no maten al mensajero.

Y esto nos lleva al ámbito de la concatenación virtual de la lógica, que nos dice que nos incomoda que nos digan nuestras verdades, y oirlas, negándonos a escucharlas, pero nos gustan los ajenos verismos ajenos de pueril y/o chismosa laya.

Censuramos las verdades propias y reprimimos a quienes las trasmiten o portan. Matamos al mensajero de malas noticias, aunque éstas sean viejas, como es el caso hoy. Cuando no podemos matar al mensajero --es opción extrema-- imitamos al avestruz.

Y, así, con la cabeza escondida en la arena y el resto del cuerpezote a la vista, pretendemos no darnos por enterados de nuestra realidad lacerante, conturbadora. Hacemos marchas para "iluminar" a México y pedimos que los políticos renuncien.

Sí, que renuncien por ineptos los secretarios del Presidente de Facto --más inepto que todos sus subordinados juntos-- porque nuestro ya proverbial culerismo --miedo-- nos impide exigirle, no pedirle cortésmente, sino exigirle a Felipe Calderón que se vaya.

Que se vaya tranquilamente, sin malsonancias --como la de "¡Que se vayan mucho a la chingada esos que quieren que me vaya!"--, so riesgo de que los iluminadores de México que marchan en silencio y vestidos de blanco renieguen del culerismo.

Pero ello adviértese riesgo improbable. Los iluminadores protestan, pero no proponen --excepto que se vayan los chivos expiatorios, más no el pastor de éstos-- crear una forma alternativa de organización del poder en México. Socializar éste.

Refundar al Estado mexicano. A ello se oponen, predecible y naturalmente, la mal llamada "clase política" --hampa tricolor, blanquiazul y amarillenta ya, y de otros tonos adheribles y mutables y solubles-- y, desde luego, la mafia del poder.

El culerismo parece estar dando, como la Cumbancha, su postrera carcajada agustínlaraesca, como la adiposa vikinga de rubias trenzas y cuernos en ciertas óperas. Son cada día más los mexicanos que no ven otra salida que la de refundar al Estado.

ffponte@gmail.com

Acusan juristas a Felipe Calderón de ejercer su cargo “con fines ilícitos”

■ Lo culpan de pedir la “complicidad” del Congreso de la Unión para que su reforma sea aprobada

Alma E. Muñoz

Felipe Calderón ejerció “con fines ilícitos” su cargo de presidente de la República al enviar seis iniciativas de ley en materia energética a fin de “someter” la industria petrolera nacional al capital privado extranjero, y con ello incurrió en “traición a la patria”, señala el borrador del documento que un grupo de juristas prepara en torno al desempeño del jefe del Ejecutivo.

Como parte de los argumentos, se le acusa de solicitar la “complicidad” del Congreso de la Unión, al enviar esas iniciativas en abril y mayo pasados a las cámaras de Senadores y de Diputados, respectivamente, para que las aprueben.

Los juristas, vía legisladores del Frente Amplio Progresista (FAP), solicitarán que se inicie el procedimiento correspondiente en San Lázaro en contra del panista y, con base en los artículos 108, 110 y 111 de la Constitución, se le acuse ante el Senado de la República.

Los juristas y expertos –Jaime Cárdenas Gracia, Jesús González Schmal, Raúl Carrancá y Rivas, además de Virgilio Caballero– consideran que Calderón Hinojosa, “presidente por decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación”, promovió las iniciativas “en demérito de la independencia y soberanía de la nación mexicana”, y por tanto incurrió en delito.

Señalan que se atacan los artículos 27 y 28 constitucionales al pretender que se anulen efectos normativos para entregar el crudo a particulares, especialmente extranjeros, con base en una norma secundaria, lo que implica “un fraude a la Constitución, pues anula preceptos que aseguran el control exclusivo del Estado respecto de la localización, extracción, procesamiento, almacenamiento, así como distribución, transporte y comercialización de petróleo, hidrocarburos y petroquímica básica”.

De igual manera cuestionan que, con la reforma a la legislación secundaria, el jefe del Ejecutivo federal intente que las decisiones en el caso de las tres últimas áreas las tomen conjuntamente las empresas privadas y el gobierno, y las relaciones entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y particulares se rijan por el derecho privado, además de que se dejaría en manos de árbitros y tribunales extranjeros las controversias que puedan surgir.

Industria paralela

La participación de inversionistas, principalmente extranjeros, haría que en México se creara –según los expertos y juristas– una industria petrolera paralela a la del sector público, con carácter de negocio totalmente particular, que permitiría blindar jurídicamente sus negocios contra cualquier medida que afecte sus intereses, incluyendo la expropiación, con base en el convenio relativo a la Agencia Multilateral de Garantía de las Inversiones, a cargo del Banco Mundial.

Así que la industria nacional estaría totalmente en desventaja y, por tanto, “el monopolio del Estado, previsto por el cuarto párrafo del artículo 28 constitucional, quedaría desvanecido”.

En el documento se plantea que la iniciativa de Calderón permite contratos de riesgo prohibidos por el párrafo sexto del 27 constitucional y deja que funcionarios de Pemex queden “exentos de las responsabilidades que obligan al resto de los servidores públicos”, y favorece, “con un velo de opacidad mayor al de los otros entes públicos”, las decisiones que se tomen en la paraestatal.

Asimismo, consideran que, con su actuar, Calderón Hinojosa modifica “subrepticiamente” el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, al hacer que el Estado mexicano abandone la reserva que hizo para sí mismo en el capítulo sexto, Energía y petroquímica básica, donde se apartaron petróleo, hidrocarburos y petroquímica básica, en sus diferentes fases de explotación, de la zona que incluye el acuerdo comercial.

Con ello, indican los juristas, “quedamos colocados en los supuestos de los capítulos XI y XV del mismo, donde se estipula que si un Estado renuncia, privatiza o transfiere a particulares un área sujeta al control estatal, ésta ya no puede ser asumida libremente por el Estado”.

El 8 de abril pasado, Felipe Calderón envió al Senado de la República cinco iniciativas: Ley Orgánica de Petróleos Mexicanos, reformas a las leyes de la Comisión Reguladora de Energía, de la Comisión del Petróleo, Orgánica de la Administración Pública Federal y, además de cambios, adiciones a la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional en el ramo del petróleo.

El 14 de mayo siguiente, el Ejecutivo envió a la Cámara de Diputados reformas a la Ley Federal de Derechos. Todo lo anterior, con “preceptos opuestos a la Constitución”, concluyen.

http://www.jornada.unam.mx/2008/09/08/index.php?section=politica&article=005n1pol

La columna de hoy de Julio Hernández

Astillero
Julio Hernández López
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

■ El globo

■ Vuelta a la realidad

■ (Más) censura en Querétaro


Por más esfuerzos que hace, la administración federal no ha podido mantener el gas del globo mediático de la “lucha ciudadana” contra la inseguridad pública. Apenas pasados unos días, la realidad ha vuelto a emerger, sin mella causada por vestimentas blancas: ejecuciones diarias, policías asesinados, secuestros sin freno, autoridades protectoras de narcotraficantes y narcotraficantes convertidos en autoridades. Pero no sólo se ha reinstalado la realidad estructural de un gobierno bicicleteramente caído, sino, también, la realidad política que se quiso exterminar, opacar o cuando menos posponer: la resistencia civil al proceso arreglado de privatización petrolera, una lucha justificada y necesaria contra la cual se quiso enderezar el artificio de conciencias sublevadas con justicia y razón pero usadas por estrategas del poder que actuaron con calendario legislativo en mano; es decir, con un ambiente social que se deseaba concentrado en los temas de la inseguridad pública y no en el tema “secundario”, o “para después”, del petróleo y su programada concesión sustancial a capitales privados.

Una manifestación importante del descontento ciudadano causado por las políticas felipenses se dará el próximo lunes, cuando se festejen 200 años del inicio del movimiento de Independencia nacional. Previsiblemente encapsulado en Palacio Nacional, tras vidrios blindados y rodeado por fuerzas militares que no sólo lo protegerán, sino que eventualmente podrían ser mezcladas entre los opositores para provocar incidentes, el incompatible Calderón escenificará una ceremonia de presunta exaltación de valores pasados que en el presente son gravemente ofendidos con pretensiones de entreguismo a capitales trasnacionales y de apertura de puertas al intervencionismo gringo (la Iniciativa Mérida, para no ir tan lejos).

Frente a ese protocolo oficial, aunque sin coincidencia horaria, se desarrollará una ceremonia popular que por sí misma significa un enjuiciamiento negativo de lo que suceda tras las murallas militares. Ciudadanos mexicanos organizados y precisos, sabedores de las causas y los nombres de las desgracias nacionales, expresivos y no silentes (¿callados para que otros, desde las pantallas, expresen a contentillo lo que les convenga?), habrán de dar un Grito de auténtica independencia y de defensa de la patria. La confrontación de poderes marcará el inicio de la anunciada defensa del petróleo que, por lo pronto, resistió el embate de las burbujas de “lucha” sustituta que desde el poder coaligado (gobierno federal y empresarios) fueron creadas con la esperanza fallida de colocar en fuera de lugar a una oposición concreta y militante.

Astillas

El periodista Luis Gabriel Osejo ha dejado el noticiero radiofónico que tenía en Noticentro, de la ciudad de Querétaro, a causa de las presiones que el gobierno represivo del panista Francisco Garrido Patrón ejerce contra todo medio de comunicación que en esa entidad pretenda informar y analizar sin sujetarse a los lineamientos oficiales. Osejo ya había sido orillado a dejar, en diferentes momentos, Radio Capital, el Diario de Querétaro y la estación radiofónica de la Universidad Autónoma de Querétaro. Este caso forma parte del rosario de agravios al periodismo que Garrido Patrón ha cometido en la entidad mediante su jefe de comunicación social, Miguel Ángel Vichique de Gasperín, sobrino del obispo local Mario de Gasperín. El gobierno de Garrido Patrón suele presentar a los dueños de los medios de comunicación los expedientes puntuales que lleva del “comportamiento” de los reporteros y comentaristas, para así solicitar el cambio de fuente o el despido de los periodistas molestos, con el sabido telón de fondo de que no aceptar las “sugerencias” oficiales implica el retiro de la publicidad estatal en esos medios y la “invitación” a los empresarios “amigos” del gobernador para que también dejen de anunciarse en esos espacios. Algunos botones de muestra: Luis Roberto Amieva Pérez, quien durante más de 20 años fue director del Diario de Querétaro y El Sol de San Juan del Río, de la Organización Editorial Mexicana, fue obligado a renunciar al cargo por presiones de Garrido Patrón. En 2005, Mónica Ramírez dejó el área de noticias de Televisa Querétaro a causa de las consabidas presiones mediante “carpetas de análisis”. El reportero Alejandro González Anaya, presidente de una organización estatal de periodistas, no sólo dejó su trabajo en el Diario de Querétaro (primero le quitaron sus fuentes, luego el empleo), sino incluso la entidad, luego de una serie de amenazas y agresiones que fueron denunciadas ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. A pesar de todas las maniobras ejecutadas tanto por el mencionado Vichique de Gasperín como por el secretario general de gobierno, Alfredo Botello Montes (miembro de El Yunque, con el alias de Paul Queres), el gobierno de Garrido Patrón no ha podido acallar ni controlar todas las voces periodísticas, en particular en relación con el expediente que ha pintado de cuerpo entero la complicidad clasista que se ejerce en Querétaro, el de la BMW negra, que fue la camioneta desde la que se cometió el homicidio de un joven por personajes hasta ahora impunes, en un oscuro episodio que debió haber llevado a investigadores sin consigna a investigar al hijo de Federico Ruiz Lomelí, uno de los empresarios más poderosos de la entidad (otro caso de amenazas y persecución, en particular por este caso, se ha dado contra el escritor Julio Figueroa, el palabrero ambulante que ha denunciado con insistencia la injusticia relacionada con el asunto de la BMW negra). En ese contexto, el periodista Osejo ha resistido (sus columnas, y un próximo podcast informativo, en www.ciudadypoder.com), como muchos queretanos que saben que, al desgobierno elitista, frívolo, encubridor y represivo de Garrido Patrón le queda ¡uf! un año para entregar el poder y unos pocos meses para comenzar a desinflarse, cuando haya candidatos a relevarlo… Y, mientras Mc Cain se viste de AFI, ¡hasta mañana, en esta columna de combustible al alza!


http://www.jornada.unam.mx/2008/09/08/index.php?section=opinion&article=004o1pol