Marcela Gómez Salce: A puerta cerrada

Honores a la mezquindad
Martes, 2 Diciembre, 2008
• La cultura de la (i)legalidad
• ¿Y el Consejo de Participación Municipal, apá?

No se debe, mi estimado, arrojar margaritas a los cerdos. Estupenda la radiografía para comenzar el tercer año de (des)gobierno acompañado de una gran estela de inconsistencias, incongruencias y disparates que siguen coronando los discursos presidenciales, que danzan dando bandazos de un lado al otro. El espléndido ejemplo de la chuprema orden para desalojar de inmediato al presidente de la ODCA, Manuel Espino, es uno de esos botones del sintomático calderón digno para el anecdotario sexenal.

Con el original desplome del Learjet en el cual viajaba Juan Camilo Mouriño, las conmovedoras palabras de Felipe frente a los miembros de su partido para honrar la memoria de su íntimo amigo, donde los ánimos se contagiaban de la emocionante adversidad, my friend, giraron alrededor de que había llegado la hora para dejarse de envidias y mezquindades y que el PAN debería recordar su razón de ser y dejar atrás las ruindades que nos impiden servir, que nos impiden hacer el bien (¿sin mirar a quién?) y nos atrapan en pleitos, en envidias…Y se fue, cual tesorito hasta el fondo, al afirmar de la importancia de dejar atrás la mohína y la ambición, remember?

Estas palabras (pretty illustrious), sin duda deben resonar en los oídos panistas ahora que, dejando atrás las mezquindades, corrieron por instrucciones de Los Pinos —igualando, eso sí, las formas para darle flit a Santiago Creel— al ex líder de Acción Nacional de la sede donde despachaba la ODCA. Como verá, amable lector, la consistencia entre los dichos y los hechos es… excepcional.

De igual manera, ahora que el gabinete de disfuncionales civiles en materia de seguridad se rasga las vestiduras (porque no tienen madre), Felipe Calderón debería hacer cumplir la ley… cumpliendo con la ley.

Y la iniciativa de la mentada Ley de Seguridad Pública ha incorporado a la otra banda… la legislativa, que no entiende, que no entiende de sus monumentales limitaciones para conocer del espíritu de las leyes y así poder materializar una realidad. O sea, los inservibles diputados informaron ayer que se aprobaron los puntos clave del célebre bodrio.

¡Ah chingá!

El atractivo menjurje de las bancadas disfuncionales de los partidos políticos notificaron que se han puesto de acuerdo en que haya un órgano externo encargado de supervisar y certificar a las policías (para evitar caer en la oootra banda… la de los no recomendables), y que el CNSP sea encabezado por el residente de Los Pinos. Ajá.

Las ingenuas preguntas del sonriente respetable son… ¿si hay reunión del mentado consejo y asiste el que porta la banda… presidencial, no es quien como jefe de Estado, encabeza el reventón…? La querella en la que entraron las lacritas amarillas, tricolores y azules fue una discusión inútil y bizantina, mi estimado, ya que estos simpáticos ignorantes desconocen los antecedentes de lo que… ya está en las entrañas jurídicas del SNSP y del mismo CNSP… y que data de los tiempos de la reforma en el sexenio foxista para quitarle a Segob la estafeta y dársela a la SSP federal.

Hoy se pretende sustituir una ley arcaica… que, por cierto, nunca ha sido cumplida. Veamos.

En el clímax de la mal llamada guerra contra el narcotráfico se pospuso, por instrucciones del titular de la SSP federal, la reunión que… cada seis meses… debe llevarse a cabo, según dicta la ley, ¿estamos? Por el otro lado, al día de hoy no ha sido convocada la reunión del Consejo de Participación Municipal, que no es sino la opinión de los municipios que, con todo respeto, algo interesantón deberán aportar en eso de la inseguridad pública, ¿no cree?

Lo que sí han llevado a cabo son algunas reuniones regionales para entrarle al toro del Subsemin por los cuernos, que no es lo mismo. La cuestión del abuso de la espléndida semántica pretende ¿confundir? en un tema tan complejo como delicado.

La revoltura que se está gestando en el h. (con minúsculas) Congreso con este bodrio de iniciativa, my friend, es vender la genialidad de que son tiempos de profunda transformación, aunque lo que se pretende es cambiar las cosas para que todo quede igual.

Y al nabo con eso tan sencillo de cumplir la ley.

Chingón.