martes, 25 de noviembre de 2008

El otro tesoro.ARTURO RODRíGUEZ GARCíA

El interés de Felipe Calderón en la riqueza energética no tiene límites: apenas terminó la cuantificación de hidrocarburos que condujo a la reforma privatizadora, empezó a realizar una sigilosa exploración para localizar y contabilizar las reservas de uranio.
De la mano del director del Servicio Geológico Mexicano, Rafael Alexandri Rionda, el actual jefe del Ejecutivo -quien como presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, y luego en calidad de secretario de Energía, recibió información privilegiada sobre el tema- comenzó a fines de 2007 el análisis, revisión y clasificación de los informes sobre las reservas de uranio.
Dada la opacidad en la que se verifican estos trabajos -la Comisión Federal de Electricidad parece no estar enterada al respecto-, Proceso hizo al SGM una solicitud de acceso a la información, y, en su respuesta, el organismo confirmó que está clasificando "desde finales del año pasado" los estudios generados por Uramex, una paraestatal cerrada en 1985 cuyo objetivo era la exploración, explotación y beneficio del uranio.
Con esa cuantificación y clasificación se abre un nuevo capítulo en materia energética, en el que el SGM y su director, Rafael Alexandri, juegan otra vez el papel de investigadores sin incluir a la CFE, paraestatal que dijo al reportero no tener ningún proyecto en puerta ni información reciente que prevea el aprovechamiento de ese mineral radiactivo, el cual sirve para la generación de energía eléctrica a base de reactores nucleares y que, en el caso de México, sólo se utiliza en la Nucleoeléctrica de Laguna Verde.
Tampoco pudo responder si la energía nuclear puede ser aprovechada en la generación de electricidad, ni cuáles son sus estimaciones de las reservas de uranio.
Pero en una consulta a especialistas, el investigador de la UNAM Juan Luis Francois Lacouture consideró que existe un potencial importante para generar electricidad a partir del uranio, y señaló que en Francia 98% de la energía se produce a partir de reactores nucleares, luego de que allí se acabaron las reservas carboníferas.
Doctor en ciencias físicas por la Universidad de París, con especialidad en física de reactores nucleares, Juan Luis Francois Lacouture señaló que en el país existe personal calificado para operar centrales nucleares que constituirían una alternativa energética segura, limpia y, en cierta medida, renovable.
También descartó que la producción de energía nuclear sea altamente riesgosa. Dijo que no lo es más que cualquier instalación industrial, y recordó que, pese a la gran cantidad de reactores que existen en el mundo, la incidencia de percances ha sido minúscula.
Por su parte, el doctor Oliver Probst, investigador del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, indicó que la energía nuclear como alternativa es posible, pero carece de viabilidad debido a los altos costos que implica.
Fernando Alba Andrade -físico nuclear pionero en México y uno de los creadores del complejo de la Nucleoeléctrica de Laguna Verde- expresó a su vez que "prácticamente no hay lugar en México donde no se detecte uranio" (La Crónica, 11 de julio de 2006).
Al respecto, ante una nueva solicitud de información, el SGM se limitó a señalar que se encuentran en revisión 554 informes emitidos por la extinta Uramex, aunque indicó que los estados con potencial de minerales radiactivos son Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Tamaulipas, Oaxaca, Nuevo León, Chihuahua y Sonora.
Actualmente, el SGM cuenta con tres asignaciones mineras heredadas de Uramex: Los Amoles, en Sonora; La Coma, en Nuevo León, y Peña Blanca, en Chihuahua.
El artículo 10 de la Ley Minera establece que las concesiones mineras son permisos para particulares interesados en explorar y explotar los recursos minerales indicados en la propia ley, en tanto que las asignaciones mineras se otorgan únicamente al SGM para identificar y cuantificar dichos recursos. Empero, la propia ley faculta al organismo para licitar asignaciones.
La Dirección General de Minas de la Secretaría de Economía tiene 17 zonas de reserva por la presencia de minerales radiactivos, de las cuales nueve se ubican en Chihuahua, cinco en Sonora y tres en Durango, con un total de 96 mil 632 hectáreas.
La cantidad de hectáreas que mantienen su calidad de reservadas por contener minerales radiactivos representan sólo 5% del territorio nacional.
Pero el último informe de Uramex, realizado por Fernando Castillo Nieto, da cuenta de 62 sitios con reservas uraníferas, e incluye a los estados de Baja California Sur, Coahuila y Oaxaca, con yacimientos que representan millones de toneladas.
El mismo informe se refiere al aplazamiento de la producción de energía nuclear en México, y lo atribuye al hecho de que las reservas petroleras y gasíferas existentes en aquella etapa eran suficientes para generar la energía que el país necesitaba.
Naturalmente, si con la actividad de Alexandri Rionda se pretendiera aprovechar los minerales radiactivos, ello implicaría una fuerte inversión que, de entrada, tendría un fuerte componente ibérico a raíz de las relaciones entabladas por Juan Camilo Mouriño y Felipe Calderón con empresas españolas interesadas en el sector.
Tan sólo para la repotenciación de la nucleoélectrica de Laguna Verde, asignada mediante licitación pública internacional por la CFE a la empresa española Iberdrola, se erogarán 605 millones de dólares, con el propósito de aumentar su capacidad y alargar su vida útil otros 20 años... l

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