miércoles, 22 de octubre de 2008

Seré el primero en llegar al Senado, si hace falta: AMLO

México, Distrito Federal
Martes 21 de octubre de 2008



Discurso del presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, en la asamblea informativa con mujeres y hombres del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, en el Hemiciclo a Juárez

Amigas y amigos brigadistas.

Amigas, amigos todos.

Compañeras, compañeros.

Apenas anoche se terminaron de redactar en el Senado los dictámenes más importantes para la reforma petrolera.

Hoy por la mañana que me reuní con nuestros legisladores que participan en las comisiones de Energía y Asuntos Legislativos y terminé de conocer en lo general el contenido final sobre estas reformas.

Todavía faltan precisiones. Como todos sabemos, se trata de reformas al marco legal vigente y merecen de una revisión detallada, para no cometer errores y caer en la trampa de la simulación.

Es cierto que hasta ahora no se modifica el Artículo 3º vigente de la Ley Reglamentaria artículo 27 Constitucional, y se cierra la puerta a la pretensión de Calderón para privatizar la refinación, los ductos, el transporte y el almacenamiento de petrolíferos.

Esto, hasta ahora ya se consiguió y, para que no vayan a decir que no era esa la intención, ahí están las iniciativas, en donde se proponía la reforma al artículo Tercero de la Ley Reglamentaria artículo 27 Constitucional, para dejar fuera del dominio de la nación la refinación, los ductos, el transporte y el almacenamiento de petrolíferos.

Eso ya no pasó, lo podemos decir desde ahora.

También es cierto que no se reforma el Artículo 4º de la Ley Reglamentaria artículo 27 Constitucional, para crear filiales en Pemex, como lo pretendían las cúpulas del PRI, y lograr mediante esta modificación, una privatización encubierta y la desintegración de Pemex.

Esto también no está en los dictámenes.

Sin embargo, todavía hay asuntos no aclarados o ambiguos que merecen –repito—un análisis riguroso de nuestra parte.

Por ejemplo, se habla de compensaciones en contratos de obras y servicios y se necesita aclarar los alcances de estas disposiciones, para no permitir que con estas características se simulen los contratos de riesgo, incentivados o de éxito, como lo han venido proponiendo el PRI y el PAN.

Asimismo, en las reformas, aunque no se permite, tampoco se prohíbe expresamente que empresas extranjeras puedan recibir contratos para la exploración y perforación de petróleo, mediante la asignación de bloques o áreas en kilómetros cuadrados de nuestro territorio y aguas nacionales.

También queda establecido en el artículo 43 del Proyecto de Ley de Petróleos Mexicanos, que Pemex "podrá contratar en favor de los miembros del Consejo de administración y del director general, seguros, fianzas o cauciones que cubran monto de la indemnización por los daños que cause su actuación, salvo que se trate de actos dolosos o de mala fe, o bien ilícitos conforme a las leyes".

Sobre estos asuntos y otros más que merecen –repito— ser analizados con mucho cuidado, están todavía buscando nuestros legisladores una mayor precisión antes de que se voten estas reformas en el Senado.

Como ustedes comprenderán, compañeras y compañeros, no podemos tomar ninguna decisión, sino aclaramos estos puntos a la luz de las tres principales condiciones que ha puesto nuestro movimiento desde el principio: que no se viole la Constitución. Dos, que no se privatice la industria petrolera y, tres, que no seamos cómplices de la corrupción en Pemex.

Quiero preguntarles si está más o menos claro lo que he expuesto. Anoche terminé de revisar los textos, los dictámenes. Hoy en la mañana me reuní con los legisladores nuestros y ya tenemos una idea todavía general de lo que se está proponiendo.

Lo que aquí les expliqué ya no aparece en esos dictámenes las reformas a la privatización de la refinación, de los ductos, del transporte y del almacenamiento.

No está tampoco esta pretensión de crear filiales para partir a Pemex, vez de que Pemex se integre y se utilice toda su cadena de valor, para impulsar el desarrollo de nuestro país.

Pero todavía –como aquí lo señalo-- hay asuntos no completamente claros y ambiguos.

Si nuestros adversarios, los dirigentes del PRI y del PAN están hablando de que, en efecto, no va a haber privatización, pues es el momento de dejar por escrito con toda precisión, sin ninguna ambigüedad, para que no haya malas interpretaciones y, lo peor, distorsiones para el futuro.

Yo quisiera que tuviésemos más tiempo, porque así lo ameritan las circunstancias, no es poca cosa lo que se está definiendo. Quisiera yo que hubiese más tiempo, pero del otro lado están presionando mucho, porque quieren resolver rápido.

Nosotros tenemos que actuar con serenidad, pero también con cuidado. Por eso, yo les propongo a ustedes lo siguiente. Haber que les parece:

Que hagamos una consulta con los técnicos expertos e intelectuales que han participado en la defensa del petróleo y que elaboraron una propuesta alternativa para fortalecer a la industria petrolera sin la privatización.

Que les pidamos sus puntos de vista. Que la opinión de este grupo se nos de a conocer a todas y a todos, para tener la opinión de todos los que de una u otra manera han participado en este proceso.

Que también nuestros legisladores que han participado en las comisiones de Energía y de Asuntos Legislativos, que han estado en las mesas donde se han redactado cada uno de los dictámenes, nos informen con claridad y amplitud, a todas y a todos, públicamente a todas y a todos.

Tres, que todos nosotros, mujeres y hombres, de acuerdo a la organización que se tiene, en brigadas, hay coordinadores, coordinadoras, subcoordinadoras, subcoordinadores, que hemos venido trabajando de tiempo atrás, desde ahora, terminando esta asamblea, nos constituyamos en círculos de estudio, para revisar todos, de manera conjunta, desde ahora, el contenido y el alcance de estas reformas.

Que todos estudiemos, revisemos, analicemos el contenido de estas reformas y cuáles son sus alcances. Todo esto lo tenemos que hacer –decía yo— ya, porque tenemos que tomar una decisión en definitiva.

Sé que no es fácil, porque tenemos todos ocupaciones, ustedes sobre todo, por su trabajo, por la familia, por los hijos, por lo que todos sabemos, pero ya estamos por concluir en esta primera etapa, no es que ya estemos por concluir nuestra lucha, porque tenemos que transformar al país, ese es el objetivo principal, y para eso todavía nos va a faltar un buen trecho.

¿Qué les propongo? Que trabajemos a partir de ahora y que aquí mismo, mañana a las 5 de la tarde, conozcamos la opinión de técnicos, expertos e intelectuales y la opinión de los legisladores y que entre todos tomemos la decisión que más convenga al pueblo y a la Nación.

¿Les parece?

A la asamblea de mañana se convoca desde ahora a todas y a todos los compañeros de los estados, para que estén mañana, aquí, a las cinco de la tarde, brigadistas y ciudadanos que, aunque no participan en las brigadas, han estado apoyando en la defensa del petróleo.

Que tratemos, aunque tenemos poco tiempo, de que haya una buena participación, que lleguen todos los que puedan hacerlo.

Desde ahora hacemos esta invitación, para que mañana, a las cinco de la tarde, estemos todos. Ustedes mismos pueden invitar a más ciudadanos, porque mañana vamos a tomar la decisión definitiva, aquí mismo.

Como todos sabemos, estamos por resolver uno de los asuntos más importantes de la historia reciente de nuestro país, y las circunstancias obligan a actuar con toda responsabilidad, como siempre lo hemos hecho.

De eso no se nos puede acusar. Llevamos más de dos años luchando, nos robaron la Presidencia de la República, que no es poca cosa, y no se ha roto ni un solo vidrio, porque hemos actuado con mucha responsabilidad quienes formamos parte de este movimiento.

Ya hora vamos a seguir actuando de la misma manera.

Aquí señalo que siempre hemos estado dispuestos a dialogar, a discutir y a tomar acuerdos, cuando está de por medio el interés superior del pueblo y de la Nación.

Pero nunca vamos a aceptar participar en nada que signifique traicionar nuestros ideales o nuestros principios o atentar en contra de las conquistas históricas del pueblo de México.

Siempre he sostenido que nuestro movimiento está integrado por hombres y mujeres libres y concientes, que no sólo es importante lo cuantitativo, el número, no es cuántos somos, sino el nivel de conciencia, la capacidad que se tiene para estar informados, a pesar de los bloqueos, la capacidad que se tiene para reflexionar, analizar y tomar las decisiones que más convienen al pueblo, a la nación y a nuestro movimiento.

Esto es lo principal que tenemos, este pueblo libre y conciente. Siempre he dicho y lo repito ahora, nunca en la historia de México había habido tanta gente, como ahora, conciente y dispuesta a luchar por un verdadero cambio.

Por eso estoy seguro, porque cada una, cada uno de nosotros sabe lo que queremos. Por eso estoy muy conciente de que entre todas, entre todos vamos a tomar la decisión que más convenga a nuestro pueblo y a la Nación.

Yo soy dirigente, asumo mi responsabilidad, pero no voy a actuar nunca sin consultar a ustedes.

Vamos a hacer un ejercicio verdaderamente democrático. Vamos, en estas horas, hasta mañana a las cinco de la tarde, a informarnos bien, para tener todos los elementos, a estar dispuestos a escuchar opiniones de intelectuales, de técnicos, de expertos, de legisladores, y luego que cada una, que cada uno decida con absoluta libertad acerca de lo que tenemos que hacer como movimiento.

Es una práctica democrática, como ustedes comprenderán esto a mí también me apoya mucho, me ayuda, porque no recae en mí la decisión, en un sentido u en otro, sino que va a ser una decisión colectiva, de todas y de todos.

Vamos a demostrar con este ejercicio varias cosas. Primero que se están viviendo tiempos nuevos, que puede ser que siga la misma estructura de opresión, de manipulación, pero que ya hay un pueblo conciente y dispuesto a actuar en consecuencia.

Antes la política, se decía, era asunto de los políticos y todavía muchos siguen pensando que el pueblo no existe, que el pueblo es manipulable y que todo depende del político.

¡No!, se va a demostrar que sí se pueden tejer decisiones colectivas, entre todas y entre todos. Esto va a quedar de manifiesto.

También les digo a ustedes que cualquiera que sea la decisión que tomemos mañana, yo voy a estar encabezando la resolución que tomemos.

Por ahí escuché que alguien dijo que no nos vayan a madrugar, que no vaya a haber algún albazo hoy. Vamos a estar pendientes.

Ya nuestros legisladores saben de lo que se trata. Ellos, en el caso de que quieran llevar a cabo la aprobación el día de hoy, van a actuar y nos vamos a comunicar. Yo voy a ser el primero en llegar al Senado, si hace falta.

¿Qué otra cosa? ¿Qué les podría quedar de duda o está ya claro? Nos vamos a analizar, a estudiar, a reflexionar sobre los dictámenes, pedimos la consulta a los técnicos y expertos, para que mañana nos digan su puntos de vista, les pedimos a los legisladores que informen y mañana entre todos vamos a decidir.

¿Está bien?

(La asamblea dice sí)

¿Ya no hay nada más? No hay que tenerle miedo al pueblo. El pueblo siempre tiene un instinto certero, sabe lo que conviene y lo que no conviene, el pueblo es sabio, el pueblo no es tonto, porque tonto es aquél que piensa que el pueblo es tonto.

Eso es lo que se va a poner en práctica desde ahora y hasta mañana.

No hablemos más, ya está tomada la decisión.

¿Aceptan este procedimiento? Les pregunto.

(La asamblea dice sí)

A ver, qué levanten la mano.

Eso es. Nos vemos mañana, a las cinco de la tarde, y no dejen de invitar a compañeras, a compañeros, para que todos participen en esta asamblea y en esta decisión.

¡Viva la resistencia civil pacífica!

¡Viva el movimiento en defensa del petróleo!

¡Viva México!

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